miércoles, 5 de septiembre de 2012

Marie Thérèse Louise de Savoie, princesse de Lamballe


Marie Thérèse Louise de Savoie-Carignan nació en Turín el 8 de septiembre de 1749.       Hija de Luis Victor de Saboya-Carignan, príncipe de Carignan, y de Cristina Enriqueta Hesse-Reinfels-Rothenburg, ostento desde el momento de su nacimiento el tratamiento de Su Alteza Serenisima.
Marie Thérèse Louise de Savoie-Carignan

Se crió en Turín y fue educada en un régimen riguroso y muy estricto. Era una joven dulce, piadosa y prudente cuando el Duque de Penthiève la escogió como esposa de su hijo Luis Alejandro de Borbón, príncipe de Lamballe.
Marie Thérèse se casó con el príncipe de Lamballe en 1767, como última esperanza para que este encauzara su disipada vida. El matrimonio no tardó en hacer aguas y Marie Thérèse nunca llegó a conocer la felicidad durante los años que duró su matrimonio. El príncipe retomo sus excesos y abandonó a su esposa, quien busco consuelo en su suegro.

En 1768, cuando Marie Thérèse contaba con 19 años, su marido falleció a causa de una enfermedad venera, causada por las relaciones homosexuales que el príncipe había mantenido a lo largo de su vida.
Desde el momento en que su marido falleció, la princesa de Lamballe vivió con su suegro y juntos se dedicaron a diversas obras de caridad. 
Fruto de esta relación nació Luis Juan Alejandro de Borbón, su único hijo.
Marie Thérèse Louise de Savoie-Carignan poco antes de instalarse en la Corte

Fue con la llegada de Marie Antoinette a la Corte cuando Marie Thérèse y la delfina se conocieron. Para cuando Marie Antoinette subió al trono en 1774 ya eran amigas intimas, pero la relación se deterioro poco a poco, ya que mientras la princesa de Lamballe seguía manteniendo su carácter piadoso y recogido, la reina fue volviéndose cada vez más frívola.
Pese al deterioro de la relación inicial, Marie Antoinette nombró a la princesa de Lamballe superintendente de su palacio, cargo que acarreaba planificar las diversiones de la reina.
La reina se dio cuenta rápidamente de que la princesa de Lamballe era excesivamente formal y sus actividades tendían a aburrirla, por lo que Marie Antoinette la substituyo pronto por la Duquesa de Polignac, quien tenia un carácter más insolente y descarado.
Lejos de enfadarse por el abandono repentino de su amistad, la princesa de Lamballe aceptó la nueva condición de la Duquesa de Polignac y se marchó al campo, dónde reemprendio sus actividades caritativas.

La princesa de Lamballe con el famoso Coiffure Pouff.

En 1789, ya con el pensamiento revolucionario en auge, Marie Antoinette pareció tomar consciencia de la situación y se acercó de nuevo a la princesa de Lamballe, quien tenia un carácter más prudente. La amistad fue haciéndose cada vez más solida, por lo que la Duquesa de Polignac se vio pronto relegada de su puesto de favorita y abandono Versalles y a la reina.
Cuando la familia real se vio forzada a regresar a Paris, la princesa de Lamballe los acompañó, viviendo con ellos hasta la fuga de Varennes, dónde ella logró escapar a Inglaterra.

Durante el tiempo que la reina y la princesa de Lamballe vivieron separadas intercambiaban cartas con asiduidad, dónde quedaba patente la verdadera amistad existente entre ellas.
Las cartas fueron tomando un cariz más serio a medida que la Revolución avanzaba y la reina, deseosa de mantener a la princesa de Lamballe lejos de Paris, le pedía que no regresara.

La princesa de Lamballe en sus últimos años en Versalles.

Pero algo sucedió. Un día, la princesa de Lamballe recibió una misiva corta de Marie Antoinette en la cual le decía: Ven a mi enseguida, corro gran peligro.
La princesa de Lamballe regreso a Paris de inmediato, para comprender más tarde que la nota era en realidad un falsificación, una trampa para hacerla regresar a Paris, probablemente urdida por el duque de Orleans, quien seria benefactor de su riqueza después de su muerte.

El 10 de agosto de 1792 la muchedumbre invadió el palacio de las Tullerias y la princesa, junto a la familia real, fue conducida a la Asamblea Nacional. Ese mismo dia se produjo el destronamiento de los reyes. El grupo al completo fue conducido al Temple, para ser separados diez días después; esa fue la última vez que ambas amigas se vieron.
La princesa de Lamballe fue conducida a la prisión de La Forcé.
La muerte de la princesa de Lamballe.

Marie Thérèse, princesa de Lamballe, fue una de las victimas de las Masacres de Septiembre, que tuvieron lugar entre el 2 y el 3 de septiembre de 1792. Sus verdugos se encarnizaron con su cuerpo y con lo que representaba: la princesa fue decapitada y su cuerpo fue sometido a múltiples vejaciones. Su cabeza, peinada y maquillada, fue puesta en la punta de una pica y paseada por todo Paris hasta llegar a la prisión del Temple, dónde se requirió la presencia de Marie Antoinette.
La reina nunca llegó a ver lo que sucedia en el exterior, pero cuando esta pregunto el por que  de tanto alboroto su vedugo le respondió: Es la cabeza de Madame de Lamballe que han querido venir a mostraros. 
Marie Antoinette se desplomo en el acto y se dice que esa fue la única vez que perdió sus fuerzas. 
Grabado de la época que muestran a la turba frente al Temple 
portando la cabeza de la princesa de Lamballe.


Marie Thérèse murió con 43 años, siendo una amiga fiel hasta el final.

2 comentarios:

  1. me encanto la historia muy bien redactada gracias por compartirla!

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  2. como suele suceder en todos los episodios de colera y castigo, pagan justos x pecadores

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